-El Sr. Caparros (Andy Murray)es un personaje de estos trotamundos del fútbol que solo sabe encender la hoguera y echar leña al fuego, el solo se ha encargado de calentar el partido haciendo declaraciones nefastas para el fútbol, ahora el colmo de la desidia se queja del arbitraje, y es que es verdad que el árbitro fue malo muy malo, pero también es verdad que del Ath. tuvo que echar a ocho jugadores y a dos del Madrid, como colmo de males y para demostrar lo malo que fue pitó un penalti claro por zancadilla a Marcelo, pues bien no le enseñó tarjeta al jugadore del Ath. Y es que desde el principio del encuentro los leones salieron a morder haciendo entradas peligrosisimas para la integridad de los jugadores del Madrid y con una violencia inusual para el buen fútbol, ya me hubiera gustado a mi que en otro partidos jugaran con la misma intensidad y mala leche. Decir que el Madrid ganó por 2-5 con goles de Robben, Heinze (que casi hace un hack-tric) ya que metió un gol en su propia porteria también, dos de Huntelaar y uno de Higuain de penalti; que el Madrid parece se ha repuesto bien de lo de Liverpool y es lo mejor que podía hacer ya que todavia tiene opciones en la Liga y también en el primer tiempo me gustó la recuperación para el futbol de Sneijder que estuvo sensacional. Semana tranquila en espera de acontecimientos.
Pongo la opinión de Eduardo Torrico respecto a mascachicles Caparros:
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Si en el Comité Técnico de Entrenadores de la Federación Española de Fútbol hubiera un órgano deontológico, a Joaquín Caparrós tendrían que haberle quitado la licencia hace muchos años. Es muy duro lo que estoy diciendo, ya lo sé, pero estoy harto de ver cómo la única aportación de este señor al fútbol es la violencia. Y estoy todavía mucho más harto de todos esos periodistas que le aplauden, le ríen las gracias y jamás le dicen nada de por qué sus equipos son lo más parecido a una banda de matones callejeros.
Caparrós vive permanentemente en la frontera de lo que permite y de lo que no permite el reglamento. Yo diría que está más tiempo en el terreno de lo ilegal que de lo legal. Se aprovecha de la absoluta incapacidad de la mayoría de los árbitros, que rara vez hacen algo para evitar que los partidos que disputan los equipos de Caparrós acaben convirtiéndose en un combate de lucha libre.
Dicen que Caparrós hizo grande al Sevilla. No lo sé, he preferido borrar al Sevilla de Caparrós de mi memoria. Lo único que recuerdo es a Pablo Alfaro y a Javi Navarro repartiendo patadas y codazos a todo aquél que entraba en su radio de acción. Y también recuerdo al mallorquinista Arango entre convulsiones, debatiéndose entre la vida y la muerte sobre el césped, después de una agresión salvaje del susodicho Javi Narravo.
Dicen que Caparrós está haciendo ahora grande al Athletic de Bilbao. Lo ha llevado, al menos, a la final de la Copa del Rey. Con la misma arma de siempre: la violencia. Ya no están a sus órdenes Pablo Alfaro ni Javi Navarro, pero ahora tiene a Amorebieta, a Gurpegui, a Iraola, a Koikili, a Javi Martínez y al mismísimo Llorente, que, a pesar de ser delantero, es el jugador que más faltas lleva cometidas en esta Liga (ahí están las estadísticas).
Me molesta el "fútbol" de Caparrós y me molesta su cinismo. Me molesta que diga lo que dijo anoche tras la estrepitosa derrota de su equipo ante el Real Madrid. Me molesta que intente criminalizar a los jugadores madridistas cuando lo único que hicieron éstos fue aguantar estoicamente el aluvión de patadas y codazos de los gladiadores de Caparrós. Me molesta este tono melifluo que utiliza siempre ante los periodistas. Lo siento, pero no lo puedo evitar. Creo que el fútbol es otra cosa muy distinta a como lo concibe Caparrós y creo que Caparrós está de sobra.
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